La Dra. Lyon es parte de la Unidad de Pediatría de la Clínica Indisa hace ya 13 años, sin embargo, ha podido dedicarse a su familia. Luego de tener tres hijos, que también son del área de la salud, afirma que es una profesión que entrega muchas oportunidades en la vida, como administrar más libremente el tiempo y formar una familia, “lo que es impagable”.
La doctora Elizabeth Lyon es médico pediatra, formada en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, con experiencia laboral en hospitales públicos y centros médicos privados; tales como el Hospital San Borja Arriarán -donde realizó su beca de Pediatría- para luego ejercer en el Servicio de Neonatología de la Clínica Las Lilas; y en la Unidad de Pediatría de la Clínica Indisa, donde trabaja hace más de 10 años dedicada a las áreas de urgencia y consulta.
La especialista destaca el “impresionante” crecimiento de Indisa, al contar con un gran equipo humano e infraestructura, lo cual considera positivo para el desarrollo de la especialidad. Anteriormente existía un servicio de urgencia muy pequeño, que contaba con un médico de adultos y otro de niños. “Pero actualmente nuestro servicio de pediatría es plenamente sólido. La UCI pediátrica está muy bien equipada y existe un grupo humano de excelente formación; todo lo cual redunda en que uno se sienta muy apoyado y seguro trabajando aquí”.
Asimismo, señala que se están desarrollando nuevos proyectos en el área de pediatría. Este año se concretó la inauguración de la Unidad de Cuidados Especiales (UCEP), hito que en su opinión: “Es un gran logro porque ahí se hospitalizan pacientes crónicos que no califican para UCI, ni para cama básica, brindando mejores oportunidades y un excelente nivel de atención, que sin duda fue un acierto de la jefatura de Pediatría”.
Otro aspecto que la especialista destaca es el aumento de camas de la Unidad de Cuidados Intensivos y de Cuidados Intermedios, siendo una de las UPC más grandes de las clínicas de Santiago en número de camas. “Yo creo que esos han sido logros muy valiosos y que hacen que uno se sienta muy respaldado trabajando aquí, en términos de que puedes sacar adelante a pacientes muy delicados”.
En esa línea, la Dra. Lyon destacó el rol de AMCI en los últimos años, en el sentido de cuidar el quehacer de los médicos, la seguridad en el trabajo y el respaldo en la defensa de algunos derechos como trabajadores. “Ha sido un gran aporte y en los últimos años ha tenido bastante protagonismo y con logros bien importantes y concretos”.
ELECCIONES DE VIDA
En el terreno más personal, cabe destacar que la Dra. Lyon optó -en un momento de su carrera- por dedicarse a su familia. Incluso estuvo 6 años sin hacer turnos, priorizando el trabajo diurno para privilegiar la vida familiar, decisión de la cual está orgullosa, y más aún, da gracias a su profesión por habérselo permitido.

Se podría decir que la Dra. Elizabeth Lyon es parte de tres generaciones que se han desempeñado en el área de la salud en su familia. Cuando niña acompañó a su madre, quiera fue tecnólogo médico en el Hospital Barros Luco y recuerda: “En más de alguna ocasión, mi mamá me llevaba a sus turnos de fin de semana cuando no tenía con quien dejarme”. Casada con médico, también hoy es madre de tres jóvenes que se desempeñan en el área de la salud.
Sin embargo, reconoce que su motivación por dedicarse a la pediatría no vendría de la influencia de su madre. La especialista relata que antes de optar por ser pediatra consideró otras especialidades. “Pensé en ser psiquiatra, entre otras, pero la pediatría me gustó porque después del periodo de internado – en el que uno tiene práctica más cercana con los pacientes- tenía súper claro que quería trabajar con niños”, aseguró.
Así, su carrera pediátrica se fue construyendo en paralelo a su familia. Se casó con un compañero de curso, siendo becada de pediatría y él de medicina interna. Los hijos comenzaron a venir al final de ese periodo. “Eran otros tiempos en que uno partía con muy pocas cosas. Hemos construido con mucho esfuerzo todo lo que tenemos hasta ahora. Lo principal, una familia muy potente con tres hijos maravillosos, todos ya profesionales”.
Lo cierto es que sus hijos han continuado la tradición. El mayor, de 30 años, es médico general de la Universidad de Chile, con intención de cursar alguna especialidad en los próximos años. La segunda hija tiene 28 años y es médico veterinario. Y la tercera, de 25 años, es tecnólogo médico y se dedica al área de imágenes. “Los tres son muy felices con lo que hacen. Eso es lo más importante”, enfatiza la especialista de nuestra clínica.
La doctora Lyon reconoce que su marido fue el gran impulso para no dejar la profesión.
Comenta que después de 32 años de matrimonio, son muy felices de ser médicos. “Estamos muy contento de imprimir un sello especial en nuestros hijos, en el sentido de que es una profesión que entrega muchas oportunidades en la vida. Yo siento que como mujer uno tiene la posibilidad de jugar con los horarios y tiempos, lo cual es impagable. Es una elección de vida más que confirmada”, finaliza.