Con la organización de cuatro especialistas y la habilitación de un espacio de sólo un par de boxes, esta iniciativa podría hacerse realidad en el corto plazo, y abordar un segmento importante con un servicio innovador y exclusivo.
Hace seis años que el doctor Patricio Tabilo es parte del Servicio de Otorrino de Indisa. Este médico serenense que sonríe con la mirada, se ha ganado el cariño y el respeto de sus pares, y asegura que tiene el sueño de crear el Primer Centro de Otorrino Pediátrico en Chile, y que nuestra Clínica sea el espacio anfitrión. La decisión dependería de la coordinación de 4 de los 34 especialistas que trabajan en la Unidad y que se especializan en niños.
Otras de las inquietudes del Servicio es retomar el compromiso con la docencia, no obstante la dificultad –en su opinión- pasa por el nivel de compromiso con la institución y el desarrollo de la Unidad de Otorrino, en la que trabajan especialistas en horarios muy diversos, de ellos sólo quince son aquellos con mayor carga horaria; y que podrían implementar algún tipo de actividad docente –una deuda como Servicio, según este médico- , aprovechando la plataforma de los internos de Universidad Andrés Bello. “Esta es una especialidad apasionante, con amplias expectativas, en la que puedes pasar desde la cirugía plástica (nasal), oído, cavidades paranasales u otorrino pediátrico, hasta tratar la voz; y sé que tenemos mucho que aportar como médicos de esta Clínica”, menciona el doctor Tabilo.
Patricio llegó a Indisa luego de formarse en el Hospital José Joaquín Aguirre. Aceptó la invitación de integrarse al equipo y desde entonces disfruta su trabajo con el cargo de Coordinador de Otorrino. Así, hoy se dedica principalmente al tratamiento de rinitis alérgica, amígdalas hipertróficas, problemas de audición y patologías respiratorias, combinando cirugía y atención al paciente en consulta. “Así nació esta inquietud por formar junto a otros tres especialistas, el primer centro de otorrino dedicado a pacientes pediátricos, aprovechando el espacio que ya existe y readecuando un par de consultas en un espacio más amigable pensado en los niños”, comenta.
Como miembro de AMCI, el doctor Tabilo también explica que esta Agrupación representa un apoyo muy relevante a la hora de implementar iniciativas e ideas, como podría ser la creación de este Centro, ayudándolos a seguir un recorrido políticamente correcto, con las contrapartes válidas y en los plazos más apropiados. “Siento que este paso desde Agrupación Gremial a Sociedad Anónima, nos ayudará a expandir los alcances de AMCI, a trabajar el aspecto docente y a aprovechar de mejor modo nuestros recursos y las instancias de negociación”, confirma el médico.
Patricio aclara que siempre le ha gustado la labor administrativa clínica y percibe que aún resta trabajar en la comunicación y en el cambio cultural de los médicos de AMCI, dado que la gran mayoría no tiene una participación activa en las decisiones. “Seguramente, a futuro será un problema por resolver, el explicar –por ejemplo- el cambio de modalidad de arriendo de consultas a porcentaje de descuento, ya que muchos médicos desconocen este cambio y sus resultados. Por mi parte, estoy satisfecho con la gestión del directorio y creo que el ser S.A. nos brindará mayor flexibilidad y poder de negociación, siendo un buen escenario para defender nuestros intereses”, añade el Coordinador.
MI INTENCIÓN ES QUE TODO MI SERVICIO SE INTEGRE A AMCI
El doctor Tabilo explica que a su parecer es preocupante la baja participación en reuniones, discusiones y decisiones por parte de los médicos, más aún cuando la determinaciones involucran nuestra calidad de vida laboral, la búsqueda de oportunidades, soluciones colectivas y convenios. “Mi intención es que todo mi Servicio se integre a AMCI. Que todos comprendan los beneficios y responsabilidad de ser parte, la oportunidad de recibir asesoría legal, representatividad y contactos para presentar proyectos”, sostiene.
Tabilo egresó de la Universidad de Chile, hizo su pregrado en el Hospital Barros Luco y su especialidad en al J.J. Aguirre, y si bien su proyecto inicial era ejercer como médico general en La Serena por un par de años; surgió la oportunidad de especializarse como otorrino y asegura que no se arrepiente. Hasta hoy conserva excelentes recuerdos en lo humano y lo profesional de todos los lugares en los que ha trabajado y agradece la oportunidad que le dio el Jefe de Servicio, doctor José Bernal, de unirse a su equipo en Indisa.
“Hoy, tengo dos hijos que me llenan el poco tiempo libre, una niña de 2 años y medio y un niño de 4 meses. Este último, responsable de mis ojeras (se ríe). Tiempos duros, pero muy felices. Y si bien antes disfrutaba viajar junto a mi esposa, ahora este placer se dificulta con los niños y se convierte en todo un desafío logístico…inabordable por el momento. Estoy disfrutando esta aventura familiar y este momento profesional”, concluye.