Gracias a la iniciativa del psiquiatra Dr. Matías Amenábar, médicos de Indisa de diversas especialidades se informaron acerca del impacto e incidencia de la vitamina D, tanto como factor protector de enfermedades de riesgo vascular como en la salud mental de los pacientes. El expositor Dr. Ignacio Córdova convocó a las distintas especialidades a desarrollar investigación biomédica a partir de temas como la Vitamina D, con una mirada integral del paciente.

La Vitamina D es un elemento crucial en el engranaje metabólico de múltiples procesos ligados a las vías metabólicas en muchos tejidos y órganos de nuestro cuerpo, ejerciendo una actividad con distintas respuestas como resultado de la especificación de las células del órgano en donde ésta actuará. Precisamente su incidencia en el estado de salud y anímico, fue lo que motivó al psiquiatra asociado a AMCI, Dr. Matías Amenábar, a organizar una charla para médicos de Indisa de las distintas especialidades.

Bajo el llamado: “Déficit de vitamina D y sus repercusiones para la salud”, la actividad contó con las exposiciones del Dr. Rodrigo Correa, psiquiatra especialista en Trastornos del ánimo
de la Universidad de California y Fellowship en Psicofarmacología; y
el Dr. Ignacio Córdova, especialista en medicina de Urgencias y
Magíster en Ciencias médicas.
En opinión del Dr. Ignacio Córdova, “Resulta interesante saber que la vitamina D comparte propiedades hormonales puras en su estructura esteroidal y su acción, ligando en sus receptores de membrana y nucleares, además de poder ser ingerida como cualquier otra vitamina que conozcamos”.
A modo de referencia, en Chile cerca del 15% de las mujeres en edad fértil y un 20% de los adultos mayores tienen un déficit severo de vitamina D. La prevalencia de algún grado déficit de vitamina D se acerca al 50% en la población chilena.
La vitamina D está presente en concentración altas en pescados grasos y hongos comestibles. El expositor señaló que entre los años 1918 y 1922, investigadores reconocieron por primera vez su rol clave en la prevención del raquitismo y se acuñó entonces el nombre que todos conocemos en la actualidad: Vitamina D; sin embargo, su forma activa se denomina 1.25-dihidroxicolecalciferol.
En los últimos 30 años aproximadamente, desde el descubrimiento de su receptor, la Vitamina D se ha puesto en la mira en muchas líneas de investigación ligadas a citoprotección extendida y a su vez de las características fenotípicas que se expresan en gran proporción en la población a nivel mundial, que determina una deficiencia en múltiples procesos conducentes a la formación de su forma activa. En este sentido, el Dr. Córdova explicó que hace no más de 10 años, se profundizan los estudios a nivel genómico y metabolómico en fenómenos acaecidos a su participación en procesos conducentes a la disminución clínica del riesgo cardiovascular (diabetes mellitus, obesidad, insulino resistencia, etc) y más recientemente a sus acciones en procesos neuronales cuyos beneficios se expresan tangiblemente en el área de la psiquiatría.
“Los estudios realizados hoy permiten identificar los márgenes de seguridad en los distintos esquemas terapéuticos en la reposición y mantención con los distintos aportes exógenos de Vitamina D disponibles en el mercado, lo que nos entrega una guía tangible en los márgenes de seguridad farmacológica. Sin duda, ellos nos proporciona una clara evidencia que muchos procesos biomoleculares de nuestro complejo organismo tienen que ser comprendidos lo más profundamente para llevar adelante el desafío de insertar a nuestra práctica clínica el uso correcto de las herramientas que disponemos, y así otorgar una visión integral que beneficie a nuestros pacientes en las distintas etapas del ciclo vital”, precisó el especialista.
La charla dejó en evidencia la oportunidad existente para desarrollar líneas de investigación biomédica en Indisa y de esta forma, generar nuestra propia contribución a la experiencia por medio del método científico en ciencias traslacionales, es decir; aplicado desde estudios en ciencias básicas orientados a resolver patologías en el complejo ejercicio médico en escenarios clínicos pluripatológicos, en donde cada una de nuestras acciones que modifiquen vías metabólicas y mitogénicas se traducirán en el aumento en la expectativa de vida de nuestros pacientes.
A modo de balance, el Dr. Matías Amenábar, agradeció la entusiasta participación de los asistentes y adelantó la organización de un próximo encuentro para analizar las variables asociadas al trastorno del sueño. “Como psiquiatra, es de enorme valor poder instalar temáticas transversales a nuestras especialidades y juntos construir una mirada multidimensional del paciente, implementando estrategias transdisciplinarias con un abordaje integral de cada caso clínico, en su contextos de salud, trabajo, familia y equipo tratante”, concluyó el Dr. Amenábar.