“Nuestra clínica puede alcanzar liderazgo nacional en andrología”, Dr. José Alberto Pabón
Problemas de infertilidad, andropausia, disfunciones sexuales masculinas y enfermedades de transmisión sexual son causa creciente de consulta en Indisa y para el jefe de la recién creada Unidad de Andrología e Infertilidad, prometen resolver un vacío aún latente en la salud chilena.
Con ya once años radicado en Chile, el doctor José Alberto Pabón, originario de Colombia, donde tuvo su formación médica y de especialista en urología y andrología en México; hoy, ya completa seis años en Indisa y siete en el Hospital El Pino, donde señala sentirse cómodo y validado por sus pares. Actualmente, está a cargo de la nueva Unidad de Andrología e Infertilidad en nuestra Clínica, dando el impulso a un área poco explorada en el país por el sector público y privado, y siente que Chile ya cuenta con el recurso técnico, médico y científico para desarrollarla a plenitud, de la mano de la Unidad de Medicina Reproductiva y del Servicio de Urología, formando un equipo multidisciplinario que también favorezca el ánimo de investigar sobre los factores epidemiológicos y ambientales que pueden influir en problemas de infertilidad, entre otros.
¿Cómo surge la idea de enriquecer la Unidad de Medicina Reproductiva con esta subunidad especializada?
Primeramente, contamos con el apoyo médico y de las directivas de la Clínica para ampliar el espectro, abordando el tema reproductivo desde un enfoque integral, de forma que permitiera orientar desde diferentes especialidades, el problema de infertilidad, y poder dar soluciones asertivas, mediante tecnología y procedimientos modernos, contado con el apoyo de especialistas en las áreas de medicina reproductiva y ginecología, urólogos, psicólogos, entre otros. Los problemas de infertilidad en Chile, se atribuyen en un 30% a causas de factor femenino, un 30% al masculino y un 40% restante a causas mixtas de la pareja misma y de compatibilidad.
¿Cuáles son las causas de consulta más frecuente por parte de los pacientes de andrología?
La andrología estudia aspectos como la infertilidad masculina, andropausia, disfunciones sexuales masculinas y enfermedades de transmisión sexual. Creo que aún hace falta mayor información y educación en la sociedad misma, para que las personas consulten a tiempo, ya que en ocasiones por comportamientos machistas, aún muy apegados en algunas áreas de nuestra sociedad o por simple desconocimiento, no lo hacen.
Las consultas son por infertilidad de origen masculino, causa habitualmente detectada por el ginecólogo en consulta de parejas que no puede tener hijos. Otras consultas son por disfunción eréctil, alteraciones eyaculatorias, cambios de comportamiento sexual o anímico por alteraciones hormonales, especialmente baja de testosterona por andropausia y las enfermedades de transmisión sexual. Creo que la información clara y oportuna es de vital importancia, ya que ayuda a derribar mitos, a disminuir el temor y poder realizar tratamientos y procedimientos adecuados a su patología.
¿Qué tipo de procedimientos se realizan en esta Unidad?
Todos los requeridos para analizar los problemas ya nombrados. Para infertilidad se realizan desde obtención de muestras de semen para Espermiograma o cultivos, exámenes hormonales, biopsias testiculares, aspiraciones, hasta temas más complejos como son cirugías de recanalización en caso de vasectomías, etc. En el estudio y manejo de impotencia, además del diagnóstico, el uso de equipos especiales como bombas de vacío, prótesis, y otros… el abanico es muy amplio. Esta Unidad integra diversas áreas de la Clínica y además de las ya mencionadas, están laboratorio, rayos, medicina interna, entre otros. Nuestra Clínica puede alcanzar liderazgo nacional en andrología, ya que es un área poco explorada y de cada vez mayor demanda.
¿Cuál es el segmento de mayor consulta?
Por temas de infertilidad las parejas que consultan, lo hacen entre los 30 y 42 años, considerando la edad de concepción femenina. Ahora bien, cuando la razón de la consulta es la disfunción sexual, los pacientes pueden ser desde 17 años hasta muy mayores, por problemas de eyaculación precoz o retardada, o de disfunción eréctil. En este sentido, cabe mencionar que la disfunción eréctil puede ser de causa orgánica en un 80% -como podría ser diabetes o hipertensión- y en un 20% de origen sicológico, a diferencia de la eyaculación precoz, que cuenta con cifras contrarias, atribuyendo en un 20% las causas a lo orgánico y un 80% al factor sicológico.
El paciente está aparentemente resolviendo el problema y está postergando la decisión de consultar la causa, ya sea por vergüenza, machismo o temor. Lo cierto es que el mercado permite el acceso a drogas que garantizan una erección siempre con riesgos, que muchos consumen de forma irresponsable y sin conocer sus efectos secundarios.
¿Cómo llegó a la urología?
Estaba estudiando medicina y me atrajo lo resolutivo de esta especialidad. No soy muy paciente en términos de espera de resultados. Si alguien no puede orinar, si alguien tiene un tumor renal o disfunción eréctil, entre otras, en la gran mayoría de los casos la solución es casi inmediata. Sabía que mi vocación era ser cirujano y mi decisión desde cuarto año de medicina fue la urología.
Un 25% de la consulta urológica implica cirugía y antes de ella, hay que generar empatía e información muy clara, ya que eso se traduce en tranquilidad y confianza para el enfermo. En el caso de la consulta por infertilidad, es importante construir lazos de confianza y siempre informar con la verdad de los procedimientos, los ciclos de espera, preparar el manejo de la frustración y la ansiedad, y todos los aspectos involucrados en un ciclo de búsqueda del embarazo. El embarazo es un tema de pareja y hay que tratar al hombre y a la mujer.
¿Lo resolutivo jugó un rol importante al decidir emigrar desde Colombia?
Absolutamente. Hace trece años yo estaba en Colombia y el tema de la seguridad era algo crítico. Sentí temor por la seguridad de mi familia y la mía personal. Me había divorciado y tengo tres hijas que hoy tienen entre 25 y 34 años, y entonces eran muy jóvenes. Fue entonces que decidí buscar una alternativa, diseñar un plan B. Yo tenía en Colombia todo!, éxito y reconocimiento profesional, pero la familia lo es todo , tenía hermanos que tuvieron que emigrar a Canadá y Costa Rica. Así es que convalidé mi título de médico y de especialista urólogo y andrólogo en México, Costa Rica y Chile, este último me gustaba por su calidad de vida, su entorno natural, oportunidades, seguridad y postulé para la convalidación. Luego rendí examen en la UC y concluí mi proceso. Creo que decidí en conciencia y lo haría nuevamente.
¿Fue difícil hacerse de un nombre en Chile?
Fue un proceso largo, a veces difícil. Estuve en lugares donde hubo resistencia, en otros envidia, en otros competencia poco saludable, así como en lugares donde me sentí siempre muy acogido y respetado. Todo comprensible. Quizás cuando logré tener mi título en la mano, pensé que ya había hecho lo más duro, pero me equivoqué, ya que luego empezó la verdadera batalla…hacerme un espacio acá. Recibí el apoyo del Dr. Octavio Castillo, mi jefe y amigo a quien agradezco la oportunidad que siempre me ha brindado. Hoy estoy feliz, tengo excelentes equipos de trabajo, tanto en el sector público como en el privado, donde trabajo. En Chile gozo además de la compañía de dos de mis hijas con sus familias y tres hermosos nietos.
También fue difícil para mi familia, ya que me apoyaron y dejamos todo, y aunque se analizaron los riesgos en su momento, hubo instantes duros. Luego de tantos años aquí, hemos recorrido el sur y el norte de Chile, nos hemos sorprendido de su belleza y su gente, y sufrimos con el terremoto (se ríe). Hoy vemos hacia atrás y estamos muy contentos en Chile, aunque viajamos frecuentemente para ver al resto de la familia que quedó en Colombia. No nos desgastamos en comparar Colombia con Chile, sino que nos quedamos con lo mejor de cada uno.
Como jefe de andrología en los dos establecimientos en los que trabaja, el Dr. Pabón cree que uno tiene que “ser y parecer”, demostrando con hechos las capacidades propias y ganarse el respeto de quienes trabajan con uno y de quienes atiende. Ahora sus esfuerzos están en llenar el “vacío” –que en su opinión-hoy existe en la andrología en Chile, aportando desde su rol con información y procesos que harán que esta subespecialidad se gane un lugar en el país y que mejore la vida de millones de hombres que la necesitan. El resto vendrá de la mano del tiempo, ya que el terreno es fértil y cuenta con el capital humano, la tecnología, la investigación y el apoyo financiero necesario para dar frutos.