Este médico lleva una década en nuestra Clínica y se caracteriza por su estrecha relación con sus pacientes y familiares, y por una mirada más amplia de la medicina. Hoy complementa la medicina interna con su formación en Reiki, formándose actualmente en plantas medicinales y fitoterápicos.
imagenEl doctor Esteban Muñoz me recibe cansado luego de un intenso turno de Urgencia, comenzando una jornada larga y pesada como la de muchos médicos, dividiendo su tiempo entre pacientes clinicalizados, consulta y familia. Si bien su dedicación se centra en la medicina interna, especialidad entendida como “pediatría del adulto”, por su mirada amplia y global del paciente este médico incorpora conocimientos en reiki y uso de fitoterápicos, disciplinas en las que se forma con el propósito de atender integralmente a las personas que buscan su consejo.
Esteban señala que la consideración de otras medicinas no occidentales aún son vistas con recelo por la mayoría de sus colegas, y ante esa actitud, precisa que la farmacología alopática también comete sus errores, ya que en el tiempo aparecen meta-análisis que derriban muchos tratamientos, o bien, demuestran efectos secundarios muchas veces más dañinos que el beneficio que otorgan.
“Me formé en la Universidad de Chile, Sede Oriente Hospital del Salvador. Lo cierto es que mi generación tiene un enfoque bastante más holístico, diverso, amplio e incluso poco convencional. “No podemos cerrarnos y creer que todas las respuestas están en la medicina de bata blanca”, precisa el doctor Muñoz.
Ingresó a Indisa como médico de Urgencias y prontamente se sumó al Staff de la Clínica. Guarda buenos recuerdos de su paso por el Hospital Barros Luco, y un especial cariño por el Hospital del Salvador. También realizó docencia en el J.J. Aguirre y su recorrido laboral le confirmó la necesidad de ampliar sus conocimientos y complementarlos con prácticas orientales como el reiki y el Qi Gong, ambos con una estructura y efectos reconocidos en el bienestar de las personas. Hoy también colabora como médico en un centro de nutrición y trastornos metabólicos y pertenece a una escuela de Reiki en Providencia.
“Mi formación en reiki y en fitoterápicos no son un tema que converse públicamente, esto porque estoy consciente que existe un prejuicio en el sector de la salud tradicional, a pesar de que estas terapias cuentan con estudios que avalan su efectividad y tratamiento serio y profesional”, afirma Muñoz. Además señala que, muchas empresas no logran desarrollar productos que sean comercialmente atractivos, pero eso no anula realidades objetivas como es el efecto anti-inflamatorio de la curcumina o el antidepresivo de la lavanda.
El doctor Esteban Muñoz explica que una de las razones por las que decidió profundizar en la Fitoterapia es por atender la necesidad de acceder de forma igualitaria a tratamientos de bajo costo en todo el país, problemática que puede enfrentar una persona en zonas aisladas del comercio o con limitaciones económicas. “Esta medicina en algunos casos puede ser tan efectiva como la alopática y, administrada de forma profesional en las dosis y formatos adecuados, pueden tener excelentes resultados y con valores al alcance de todos”.
LA COMPETENCIA SIEMPRE ES CON UNO MISMO
Esteban es el primer profesional de una familia pequeña, con otro hermano menor –ingeniero, hoy en Australia- e hijos de padres contadores, muy esforzados. Reconoce que siempre quiso ser internista, incluso cuando no lo sabía (comenta entre risas). Le gusta su especialidad porque lo obliga a estar informado y conectado con muchas subespecialidades, de forma de estar atento a detectar signos y solicitar exámenes orientados a la búsqueda de diagnósticos precisos. “Si bien algunas veces los internistas no resolvemos el problema de salud por el cual somos consultados, sí ayudamos en el enlace y derivación adecuada y oportuna, además de comprender en forma integral la situación que afecta al paciente. Precisamente ese lazo de confianza, nos convierte en médicos de toda la vida de muchas personas, conociendo sus afecciones y acompañándolos en sus condiciones crónicas”, comenta.
3De su infancia, los mejores recuerdos. Reconoce que sus padres hicieron grandes esfuerzos, trabajando y estudiando. De ellos recibió apoyo incondicional y confianza, valores irremplazables al momento de tomar decisiones de vida, y que hoy lo inspiran a sembrar en sus mellizas de 2 años y su hijo de 9 meses. Hoy, cumple 13 años junto a su esposa Paola, a quien agradece su compromiso irrestricto, complicidad en un sinfín de locuras, sueños y en la entrega cotidiana. Juntos tratan de cultivar virtudes para formar grandes personas, más allá de los logros materiales. “Tengo claro que la competencia siempre es con uno mismo y no con el resto, y que al final del día, lo que queda es lo que uno entregó y dejó en la vida de otros. Por ello hay que dar el máximo de cada uno, sin justificaciones ni postergaciones”, enfatiza.
Se define como una persona con alta conciencia ambientalista y amante de los animales. Señala que de niño soñaba con ser como Sergio Nuño de “La Tierra en que vivimos”, recorriendo y conociendo el medio ambiente. Por otro lado, años más tarde se convertiría en lo que algunos clasifican como pesceterian, una suerte de vegetariano que ocasionalmente añade pescado a su dieta.
1En lo laboral, Esteban señala que desde sus años de universidad le gustó estar involucrado en la dirigencia estudiantil y, ahora trabajando, siente que debe ser parte activa de las decisiones de su institución, razón por la cual participa desde 2006 en AMCI, valorando la evolución que ha experimentado la Agrupación con su nuevo énfasis en formación y desarrollo científico, lo que redunda en una mejor atención al paciente y en la definición de estándares. “Soy parte de las negociaciones gremiales y valoro los esfuerzos altruistas tendientes a engrandecer a AMCI como parte del crecimiento de la Clínica”, añade.
“Soy una persona muy de piel y me encanta el contacto cercano con mi gente y con mis pacientes y sus familias. Me gratifica sentir el cariño que me regresan las personas a las que intento ayudar con mi trabajo. Y me esfuerzo por construir confianzas y brindar tranquilidad en mi quehacer profesional. A larga eso es lo que te enriquece”, explica Esteban sobre su identidad humana. En sus ratos libres, hoy escasos entre trabajo y familia, disfruta de la música siendo alguna vez vocalista de una banda y productor ejecutivo de otro grupo. Confiesa no arrepentirse de ninguna de sus decisiones y, totalmente sorprendido ante la experiencia de ser padre, comenta: “Es una oportunidad única y maravillosa, inexplicable sin haberla experienciado. Volver a descubrir el mundo a través de la mirada de los hijos es volver a ser niño otra vez”, finaliza.