Doctora Mónica Gutiérrez, Médico Coordinador de Unidad Broncopulmonar y miembro de AMCI

Fruto de la camada de médicos “incubados” en el Hospital San Juan de Dios y hoy parte de la familia Indisa, esta doctora se define como una persona perseverante, empática y con capacidad de escuchar, y asegura que a la hora de fortalecer equipos de trabajo, no se debe pecar de confiados, sino insistir en desarrollar la cohesión de grupo y la capacidades profesionales.

Con una sonrisa amigable y voz dulce, la médico broncopulmonar doctora Mónica Gutiérrez, tiene 20 años de experiencia como especialista y llegó a Indisa en 1993. Comenta que sus albores en la Clínica son casi paralelos a su beca en el Hospital San Juan de Dios, establecimiento que formó a muchos profesionales de Indisa y que fueron migrando o compartiendo tiempo en ambos centros, combinando la experiencia de hacer salud en área pública y privada, en los tiempos en que nuestra Clínica era un edificio de consultas, muy diferente a lo que hoy es. Si bien por algunos años trabajó en los Hospitales de Carabineros (HOSCAR) y Del Trabajador, hace un año está dedicada exclusivamente a su cargo de Coordinadora de la unidad de Broncopulmonar en Indisa.
Como responsable de su Unidad médica, la doctora Gutiérrez coordina a diez médicos especialistas a cargo de procedimientos, entre los que destaca: la broncoscopía y el laboratorio de función pulmonar. Como subespecialidad, interactúa con imagenología, cirugía de tórax e histopatología, en forma estrecha y por supuesto, las diferentes ramas de la medicina interna; especialmente alergias, reumatología, cardiología y gastroenterología.
¿Le gusta enseñar?
Me encanta y agradezco la instancia de compartir en las reuniones clínicas con alumnos de la Universidad Andrés Bello. Creo que todos nosotros (los médicos), tenemos la labor de compartir nuestra experiencia con las nuevas generaciones. De los jóvenes, me encanta su curiosidad y las ganas de aprender, y eso te obliga a actualizarte constantemente. Creo que en medicina uno nunca termina de aprender. A la hora de abordar un nuevo caso y discutirlo, es preciso que se estudie al paciente como un mundo único y especial. No podemos arriesgarnos a generalizar, hay que ver cada caso individualmente.
¿Cuál ha sido el gran desafío reciente y los retos pendiente para el 2014?
Yo diría que en cuanto a dotación en infraestructura estamos algo apretados y en capital humano, estamos bien. El trabajo de 2013 se centró en optimizar la coordinación de los diversos especialistas y generar procedimientos y protocolos, que este año se fortalecerán. Quizás podemos afirmar que la demanda del segmento pediátrico, en el laboratorio, ha crecido en un 50% en los últimos años, lo que afecta directamente a nuestra especialidad, más aún en temporada de invierno. Asimismo, en el laboratorio trabajamos con tres tecnólogos especializados en respiratorio y nuestro plazo de entrega de resultados de exámenes es de 24 horas. Para el 2014 lo que viene es reforzar broncoscopía con apoyo del área de marketing de Indisa, ya que no todos los pacientes conocen este servicio y por ende, hace falta difusión.
¿Cómo fue que eligió esta especialidad?
Se fueron dando las oportunidades, trabajé por tres años en el consultorio La Pincoya, donde me enfrenté a un volumen muy importante de pacientes y coseché mucho aprendizaje de atención primaria. Existía la posibilidad en forma electiva de ir al hospital San José, elegí broncopulmonar. En ese hospital trabajé con el doctor Felicindo Mendoza y su grupo, siento que ahí supe lo que haría a futuro. Posteriormente me presenté al concurso de becas de la Universidad de Chile y obtuve la beca, la que realicé en el Hospital San Juan de Dios. Siento que en cada lugar he ganado experiencia impagable y estoy contenta con mis decisiones.
Y aquí en Indisa, ¿siente que tiene un buen equipo?
Totalmente, aunque no hay que confiarse, sino seguir cultivando el trabajo en equipo, la cohesión de grupo y el espíritu de superación. En broncopulmonar somos un grupo de diez especialistas y funcionamos con sistema de turnos, lo que nos obliga a mantenernos alineados y comunicados.
¿Siente que este ejercicio “feliz” se plasma en su trabajo?
Eso espero. Vengo feliz a mi trabajo y esta plenitud, profesionalismo, responsabilidad y compromiso con cada paciente, como un nuevo desafío desde cero, sin rutinas ni juicios preconcebidos, he querido transmitirlo a mi equipo y a la gente que me conoce de cerca. De hecho, soy madre de tres hijos, un estudiante de odontólogía, un traumatólogo y una internista, y quizás mi forma de hacer medicina les inspiró a elegir con convicción y felicidad, la salud y el servicio.
¿Fue difícil hace salud y no descuidar la familia?
Yo creo que es como en todo trabajo, todos buscamos un sano equilibrio. Obvio que hay etapas de alto estrés familiar como cuando uno hace la beca, pero gracias a Dios tuve el apoyo de un marido maravilloso, con quien tengo 32 años de matrimonio, y una nana que fue un pilar fundamental (se ríe). Pese a todo, me siento muy realizada y creo que me supe manejar bien en tiempos críticos.
¿Le gusta el contacto con los pacientes?
Seguro!. Durante un año me dediqué a laboratorio clínico, luego de terminar mi internado, y lo hice en el J.J. Aguirre, y aunque me entregó buenas herramientas técnicas, fue la experiencia necesaria para confirmar mi decisión de trabajar con pacientes y de mantenerme haciendo clínica.
¿Hace cuánto participa de AMCI?
Creo que desde que llegué a Indisa, al menos 15 años. Considero que es importante velar por los intereses del grupo de médicos y no perder la objetividad y la mirada global del entorno. Muchas veces la rutina diaria nos impide tener esa visión y AMCI colabora mucho en ese sentido. Este año necesitamos que otros médicos se integren, que aumente la representatividad de las especialidades y que traigan nuevas ideas.