Como presidente de la Fundación Chilena para el Desarrollo de la Oncología (FDO) dedicada al entrenamiento de profesionales vinculados a esta enfermedad, el doctor Gallardo lleva poco tiempo en Indisa y tiene un desafíos que le motiva; crear nuestro centro oncológico y llevar un mensaje positivo y esperanzador a pacientes y médicos.
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Tras una larga trayectoria de especialización en Oncología Médica, el doctor Jorge Gallardo Escobar ha construido un extenso currículum y hace pocos meses se integró a Indisa con el sueño de crear un Centro Oncológico. Las estadísticas indican que 1 de cada 3 personas desarrollará algún tipo de cáncer en su vida y los avances científicos, farmacológicos y tecnológicos hoy permiten entregar mejores oportunidades de tratamiento y recuperación a los pacientes en Chile.
Formado en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, fue profesor asociado, y también se desempeñó en Clínica Alemana y hoy es presidente de la Fundación Chilena para el Desarrollo de la Oncología (FDO). El doctor Gallardo forma parte de la primera generación de médicos especializados formalmente en oncología en nuestro país. A su capacitación en territorio nacional, se suma su formación en Alemania, en el Hospital Clínico de la Universidad Libre de Berlín, y posteriormente en diversos hospitales universitario de Estados Unidos, en donde desechó la posibilidad de quedarse trabajando. “Trabajar en estos países fue una interesante experiencia que me ayudó a conocer distintas realidades y comprobar que en Chile estábamos muy bien formados en oncología. Asimismo, en Alemania germinó mi interés por estudiar de regreso en Chile la incidencia de cáncer de vesícula, muy resistente a la quimioterapia y con escasa investigación en aquellos años, a pesar de que era la primera causa de muerte por cáncer en mujeres”, señala Gallardo.
Tras su perseverante interés, el doctor Gallardo gestionó con el apoyo de un laboratorio en EE.UU., el tratamiento a 30 pacientes en Chile, utilizando una droga usada en el cáncer de páncreas, patología con amplias similitudes con el cáncer vesicular. El estudio logró importantes revelaciones que serían en 1989 publicadas en la revista mundial más importante de cáncer. Si bien este tipo de cáncer es poco usual en Europa y Estados Unidos, en Chile y en Latinoamérica, tiene alta prevalencia y gran impacto en mujeres de origen indígena y de grupos socioeconómicos vulnerables, lo que hace más relevante el impacto de su estudio y la diversificación de sus tratamientos y diagnóstico temprano. “El estudio de aquellos años se convertiría en la columna vertebral del tratamiento de cáncer de la vesícula en todo el mundo, hasta el día de hoy”, añade.
Con los años dejó de lado su formación en hematología, y en la terapia de muchos tipos de cáncer para concentrarse en la oncología del sistema digestivo y en cáncer de mama.
LA REALIDAD DEL CÁNCER GASTROINTESTINAL EN CHILE
Las estadísticas del cáncer gastrointestinal representan el 43 a 45% de todos los cánceres en Chile. El cáncer de célula escamosa del esófago disminuye progresivamente, y el adenocarcinoma del esófago muestra un aumento continuo. Por su parte, el cáncer gástrico del antro ha disminuido y se relaciona con la presencia de la bacteria Helicobacter y se asocia al déficit en la higiene. Mientras que para el cáncer de vesícula, según el Dr. Gallardo, “luego de sujeto al GES, ha reducido sus cifras en mujeres, gracias una mejor salud preventiva que incluye el la extirpación profiláctica de la vesícula en pacientes con cálculos de vesícula”.
En cuanto al cáncer de páncreas, este se ve asociado a obesidad, ingesta de carne y sedentarismo. En Chile la mortalidad aumentó en 80% en apenas 20 años. Esta enfermedad es de difícil diagnóstico, sus síntomas incluyen dolor en la zona lumbar y aparición repentina de diabetes. En el caso de cáncer de colon y recto, estos aumentaron sobre un 100% en los últimos 20 años, siendo más frecuentes en países como Argentina, Estados Unidos y Uruguay. La recomendación médica es realizar una colonoscopia y revisar presencia de pólipos tras cumplidos los 50 años. Finalmente, el cáncer de hígado ha aumentado progresivamente a causas de la cirrosis hepática, en alza en Chile y el mundo, enfermedad relacionada con obesidad y alcoholismo, virus hepatitis B y C.
“UNA PROPUESTA DE SALUD INTEGRAL FAMILIAR TAMBIÉN DEBE ATENDER EL CÁNCER”
“Lamentablemente existe una impresionante brecha en el diagnóstico oportuno y acceso a terapia en relación a la salud privada y pública. En este sentido, Indisa se ha ubicado entre las clínicas líderes del país y tiene las condiciones necesarias para atender a sus pacientes con cáncer. Mi anhelo es que Indisa tenga un gran “Centro Oncológico Multidisciplinario”, explica el doctor Jorge Gallardo. Añade que en la misma línea de posicionarse y consolidarse como una clínica familiar, existe un deber ético impostergable, de ofrecer una alternativa de diagnóstico, atención, cuidado, acompañamiento y tratamiento del paciente con cáncer, más aún en el contexto de su plan de crecimiento y expansión como clínica. “Una propuesta de salud integral familiar también debe atender el cáncer”, puntualiza el experto.
A esta altura de su carrera, valora la experiencia de haber trabajado en investigación internacional de drogas y tratamientos con impacto positivo en los cánceres de estómago, colon, recto, hígado y de la mujer. Reflexiona acerca de las situaciones de vida que sin duda lo encaminaron en su especialización. “Al ingresar a medicina quería ser psiquiatra, pero ya en quinto año me gustaba la medicina interna. En ese tiempo mi padre enfermó gravemente de cáncer en Coquimbo y recibió una muy mala atención, y eso me marcó claramente. Quise trabajar en un programa de oncología y me di cuenta que la quimioterapia se otorga esporádicamente en los hospitales y la administra un personal no especializado. Quise ser un agente de cambio”.
Parte de su desafío personal se ve hoy reflejado en su trabajo en la Fundación Chilena para el Desarrollo de la Oncología. “Las estadísticas confirman que los resultados de un tratamiento oncológico pueden mejorar en un 25% con la instalación de conocimientos especializados, por eso la necesidad de entrenar a médicos, enfermeras y otros perfiles clínicos. Este aporte puede ayudar significativamente a cerrar brechas entre salud pública y privada. Si uno opera un cáncer de páncreas, a los 5 años la posibilidad de sobrevida es del 12%, y si a ello agregamos terapia de quimio postoperatorio, la cifra sube al 30% sin agregar un gasto económico significativo”, enfatiza Gallardo.
“LE DIRÍA A MIS COLEGAS QUE HOY UN PACIENTE CON CÁNCER METASTÁSICO NO ES UN PACIENTE TERMINAL”
Jorge Gallardo busca interesar a las distintas especialidades médicas a trabajar conjuntamente en este proyecto del Centro Oncológico Multidisciplinario de Indisa, partiendo por el mensaje: “Le diría a mis colegas que hoy un paciente con cáncer metastásico no es un paciente terminal. Incluso en aquellos casos en que no hay respuesta a un tratamiento, la sola posibilidad de conceder un año más de sobrevida, marca toda una diferencia para él (ella) y su familia, y por otra parte ahora podemos curar una fracción de estos pacientes”.
Su mirada ante la complejidad de un paciente con cáncer es abordada desde la integralidad, con apoyo de un equipo multidisciplinario que incluya cirujano especialista en cáncer, oncólogos médicos, radioterapeutas, especialistas en cuidados paliativos y manejo del dolor, trabajando en conjunto con neurólogo, ginecólogo, radiólogo, patólogo, nutriólogo, psiquiatra, nutricionista, y farmacéutico, kinesiólogos, sicólogo, terapeuta ocupacional, además de guía espiritual y terapias de cuidado domiciliar.
Hoy un médico a solas no puede definir el diagnóstico y pronóstico de un paciente con cáncer, es demasiado complejo, sostiene. “Todo puede cambiar en la medicina. El cáncer era incurable y mira los progresos sorprendentes del cáncer de mama. Hace 30 años las mujeres con este cáncer, el 80% morían de causa y hoy existe un 85% de sobrevida. La clave está en la especialización y el trabajo en equipo”.
Tras su llegada en septiembre pasado a Indisa, Gallardo busca crear un equipo comprometido con el proyecto de un centro oncológico. La unidad incluiría un espacio apropiado para dar quimio hospitalizada y ambulatoria, instalar habilidades técnicas y cognitivas en el personal especializado, y considerar habilidades blandas de liderazgo, trabajo en equipo y sensibilidad humana. “En esta enfermedad es necesario procurar una especial cercanía y comunicación entre el equipo tratante y el paciente, dado que una noticia tan impactante como su diagnóstico, deja a la persona en shock y requiere de un tiempo para procesar el contexto, entender la información y los cambios que se avecinan; y para eso hay una larga cadena de especialistas que deben estar atentos a sus procesos físicos, mentales y emocionales, y su relación con su entorno social y familiar. Es un escenario agobiante para muchos, pero se pueden lograr cambios sustanciales y de gran impacto. La invitación es a sumarse a este gran proyecto, “confiando en que seremos uno de los principales centros de oncología del país”, finaliza.