AMCI: Líderes de Opinión Influyentes en Salud Pública

Con la participación del Rodrigo Julio Araya, presidente Federación de Asociaciones Médicas de Salud Privada de Chile; el Dr. Marcelo Acevedo Mardones, Secretario general del Consejo Regional Santiago; y la Dra. Anamaría Arriagada Urzúa, Tesorera del Consejo Regional Santiago; AMCI ha cobrado protagonismo en la agenda país en los últimos años, incidiendo no solo en decisiones gremiales, sino en la discusión nacional sobre el futuro de la salud privada. Estas son sus miradas acerca de los cambios y oportunidades que hoy se gestan en el país.

 Chile atraviesa una de las mayores crisis del sector de salud privado y nuestra AG ha tenido un rol protagónico y privilegiado para trasladar las inquietudes de los médicos a los espacios de debate y juntos encontrar una salida consensuada.

Conversamos con 3 de sus exponentes acerca de los desafíos que enfrenta el sector y la visión que tienen de un futuro sostenible y justo, manteniendo en su centro al paciente.

Dr. Rodrigo Julio, presidente Federación de Asociaciones Médicas de Salud Privada de Chile: “Validarnos ante las y los colegas es la principal tarea en este momento”

¿Cuál es el propósito principal con el que surge esta Federación en el escenario nacional?

 La Federación Médica surge por la necesidad de tener una voz que represente a los médicos que deciden ejercer la profesión, ya sea parcial o totalmente en la salud privada. No competimos por afiliación al Colegio Médico ya que quienes se afilian son organizaciones creadas naturalmente en centros de trabajo de salud privada. Su gestación partió por el año 2016 donde por iniciativa del directorio de AMCI comenzamos a convocar a las diferentes organizaciones conocidas de las clínicas de Santiago para evaluar un formato de organización que evitara atomizar el gremio y que al mismo tiempo fuera representativo, en lo gremial, de los médicos de la salud privada. Fue un trabajo colaborativo de las asociaciones gremiales que trasciende esta crisis y que fue atrasado primero por el estallido social y luego por la pandemia.  Finalmente, en mayo de 2022 se conformó el directorio provisorio cuya misión era darle estructura a la Federación para que en enero del 2023 pudiéramos partir como primer directorio definitivo, el cual presido.

¿Cuáles son sus principales expectativas para 2023 y 2024?

Tenemos 2 grandes objetivos para este periodo. Por una parte buscamos consolidarnos como una organización realmente representativa de los médicos de la salud privada, y en ese sentido el crecimiento es fundamental. Crecer implica crear una organización médica en salud privada a nivel nacional y estimular a los médicos y médicas a participar en sus organizaciones locales, dándole valor agregado a la organización y buscando beneficios a partir del volumen de asociados que representamos. Un segundo objetivo es convertirnos en actores relevantes en el ámbito que nos compete, tanto ante las organizaciones de representación gremial (como el COLMED) como ante las autoridades de la nación. Queremos que nuestra opinión, como protagonistas, tenga la validez que se merece.

¿Cuáles cree que son las inquietudes prioritarias de los profesionales de la medicina privada?

Creo que todos buscamos alcanzar cierta certeza que nos permita mantener la calidad de la atención a nuestros pacientes, bajo condiciones justas tanto para la ciudadanía que decide atenderse en salud privada como para los médicos que deciden trabajar en salud privada.

Asimismo, esperamos que la relación tanto con las aseguradoras (privadas o públicas) como con los prestadores institucionales sea trasparente y justa, que se valore en su justa medida el trabajo que realizamos, y que se nos considere en el proceso de cambios bajo la premisa que quienes hacen la medicina son los médicos, y que por lo tanto no podemos ser excluidos de dicho proceso.

¿De qué modo las decisiones políticas de este año podrían incidir en la práctica de la medicina?

Tal y como se ha presentado esta crisis y los modelos propuestos por las autoridades para su solución, generan un riesgo evidente de una caída en cadena de las isapres con el riesgo eventual de quiebra de los prestadores institucionales. Ni hablar de la pérdida de puestos de trabajo y la reducción la oportunidad de atención de los pacientes. La experiencia de la quiebra de la isapre Más Vida nos mostró la fragilidad de la cadena de pagos a los médicos y la gran cantidad de vacíos en cuanto fiscalización de la Superintendencia de Salud, lo cual hoy no da una garantía real de que ante una caída se pueda sostener la atención de pacientes con la calidad que tenemos actualmente.

Es evidente que el ejercicio de la medicina en salud privada está en riesgo y con esto la atención de pacientes, independientemente del seguro de salud que éstos tengan. Entendamos que una proporción mayoritaria de pacientes Fonasa se atienden en salud privada, por lo que la pérdida de la oportunidad de atención se verá reflejada en el total de pacientes y no sólo de quienes tienen isapre.

¿Cuáles son sus principales stakehoders a los que busca impactar la Federación?

Principalmente a los médicos que han decidido ejercer la profesión en la salud privada. La Federación fue creada para dar espacio a todos los que quieran tener una organización representativa en sus centros de trabajo, bastando sólo la voluntad y el liderazgo de organizarse, teniendo el apoyo estructural de la Federación en lo administrativo para dar todas las facilidades para contribuir a dicha organización.

Queremos tener la fuerza para impactar en las decisiones del Colmed, el potencial de representatividad de la Federación es enorme y particularmente, al ser creado a partir de organizaciones naturales, es fundamentalmente gremial, lejos de discusiones ideológicas.

La salud privada tiene tanto a la Asociación de Clínicas de Chile como a la Asociación de Isapres como parte de los componentes organizados de la salud privada. Los médicos ahora tienen una organización que se puede sentar en la misma mesa de discusión como representante válido ante estas organizaciones.

Por último, en cuanto a las autoridades de la salud, creemos que hacer cambios sin la participación de quienes están en la atención directa de los pacientes es un error.

¿Cuál es la estrategia pensada para posicionar a la organización en el ecosistema nacional y cómo piensa incorporar a nuevas AG?

Validarnos ante las y los colegas es la principal tarea en este momento. Estamos en una fase inicial que en otras circunstancias tomaría tiempo, pero tuvimos que incorporarlos rápidamente en el proceso de discusión en el marco de la crisis. Hemos elaborado una carpeta de documentos que tiene la finalidad de educar sobre la crisis y sus consecuencias con el objeto que nuestros asociados adquieran la conciencia del potencial desastre que estamos viviendo si nuestras autoridades no actúan en consecuencia.

Tenemos un plan de comunicación que tiene una fase inicial destinado a llegar a nuestras bases, y en paralelo un directorio que busca reunirse con todos los actores que están participando en este proceso. En una segunda etapa queremos incorporar la comunicación estratégica para impactar en la visibilización del trabajo médico de salud privada en la población.

Dr. Marcelo Acevedo, Secretario general del Consejo Regional Santiago: “Desde AMCI estamos trabajando para sacar adelante una mejor medicina para todos”

 ¿Cuáles son las principales urgencias en la Agenda de salud en el Colegio Médico para 2023?

Indudablemente la principal urgencia es la crisis del sistema de salud privado. En el Regional Santiago, donde me toca participar, buscamos la forma de tener una participación más directa en la opinión. En este sentido, tuve la oportunidad de participar en reuniones con la ministra de ese momento, el superintendente, el director de Fonasa y otros actores del sector. Estas instancias fueron ayudando a que el COLMED asumiera el rol que le correspondía y yo diría que desde enero de este año se ha convertido en una bandera de lucha permanente. Así, se están generando distintos espacios de diálogo, considerando que es una crisis grave que afecta el financiamiento del sector salud privado. También tomamos la iniciativa de contactar a los ex superintendentes, para que desde su expertise contribuyeran a la discusión, trataran de entregar consideraciones para la búsqueda de una solución y así dar a luz un documento de conocimiento público, incluso socializado en el Congreso, que contempla ciertas directrices para encontrar algunas salida a la crisis, de forma consensuada y gradual en su implementación, pero que no nos retroceda hasta un escenario de  judicialización extrema e inequidad en la aplicación de las consideraciones de las isapres . Hoy es una solución política, ya no es técnica.

El colapso de los prestadores significa que 3 millones de usuarios quedan sin cobertura de prestación, lo que es el fin último de esta decisión: la protección de los pacientes. Si bien la solución sin duda tendrá costos, incluyendo para los médicos. Debemos asumirlo, quizás hasta el 30% de los ingresos podrían verse afectados, no lo sabemos, pero seguramente involucrará un reordenamiento bajo modelo de GRD.Otro punto en la agenda es el monitoreo de la crisis del reajuste salarial justo. Luego de varias reuniones se encontró una fórmula, bajo una escala de reajustabilidad. Sabemos que un reajuste de Fonasa bajo el IPC y unido a la crisis de la salud privada, serían las condiciones ideales para una tormenta perfecta.

El tercer punto en la agenda se relaciona con el pago de asignaciones, correcciones en el sector público con médicos del área y para ellos hay que hacer un seguimiento de esas asignaciones en distintos cargos designados a médicos y que se paguen de forma no discrecional.

¿De qué modo esta hoja de ruta podría afectar el ejercicio de la medicina privada?

De no entrar al debate, vamos a pagar los costos de esta legislación corto placista. Es peligroso hacer políticas de largo plazo en medio de una crisis y por eso hay que estabilizar el mercado y desde ahí darles certeza y tranquilidad a los miles de médicos que se desempeñan en el sector privado. De lo contrario, sólo se agudizará el escenario con decisiones impulsivas y arbitrarias y con un alto impacto en la estabilidad laboral en el sector privado. Debemos encausar una salida pronta para esta crisis.

Tengo la convicción de que el sistema privado no va a caer, de lo contrario sería un desastre en cuanto a la gobernabilidad. Sí habrá transformaciones y debemos vigilarlas muy de cerca, no obstante el foco es salir fortalecidos de este cambio. Uno de los aprendizajes es que Chile como sociedad se ha construido como cultura desde el individualismo, el poder elegir siempre es prioridad. Tratar de cambiar ese modelo es nefasto y en este aspecto, la modalidad de libre elección es muy importante.

¿Cómo ha sido la experiencia de participar en las mesas de discusión del Colegio Médico?

Tener la posibilidad de compartir opiniones y conocimientos es un privilegio maravilloso, y  buscar una solución en consenso es una enseñanza de los griegos que valoro mucho. Esta experiencia me ha permitido desarrollar mi capacidad de diálogo, de escucha y tolerancia. Es muy enriquecedor recoger diversas realidades y visiones. Pienso que el COLMED es un reservorio de ideas y planteamientos que le dan legitimidad. Ha sido una experiencia dura y compleja, pero indispensable y muy provechosa.

¿Cuál es la posición actual de AMCI?

Los socios AMCI son mi cable a tierra y AMCI es hoy un líder de opinión en cuanto a salud privada. Tenemos grandes exponentes que participan en sociedades científicas, en la actividad gremial, además de un vocero natural que es referente social como es el Dr. Sebastián Ugarte, a un líder de la urgenciología como es el Dr. Leonardo Ristori, y modelos de trabajo exitosos en la clínica y en el liderazgo académico. Todo esto hace que AMCI enfrente con tranquilidad cualquier escenario futuro.

Dra. Anamaría Arriagada, Secretaria del Consejo Regional Santiago: “Hay una delgada línea entre representar y conducir”

¿Cómo ha sido la experiencia de participar en las mesas de discusión del Colegio Médico?

Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Estar en estos cargos nos habilitan para encausar acciones políticas en que articulas voluntades para generar cambios y relevar temas y situaciones afines al mundo médico. Es por tanto una situación de privilegio y de enorme responsabilidad, alto poder, y somos personas que queremos saber de los temas en tapete. Pienso que somos un grupo humano que bien conducido puede aportar mucho. Tenemos que hacernos cargo del cambio que nos corresponde y abrir espacios de participación, sin olvidar nuestro compromiso de representatividad gremial. Hay una delgada línea entre representar y conducir.

¿Qué mensaje daría a los socios de AMCI en este escenario nacional?

 Primero un mensaje de reconocimiento a la organización muy potente y a una comunidad en la que compartimos información que recoge esfuerzos unitarios en pos de un fin grupal. Estar agrupado en muy importante y hay que respetar y cuidar este espacio. Pienso que existe aún la confianza en que este es un país que se debe fortalecer (super de salud) y un sistema en el que AMCI tiene una voz propia en medio de la crisis, lo que es muy notable.

¿Cómo recibió la noticia de nuestra Federación?

 Me parece una muy buena noticia. El mundo de la salud privada tiene fragilidades importantes, condiciones laborales y esa disparidad genera inequidades por atender. Con la debacle institucional, humana y ética de CLC, formar una federación es una positiva señal colectiva de que necesitamos instituciones vigorosas. Formar una federación con esa meta es el mejor antídoto para frenar escenarios límites de los que fuimos testigos y este es un momento definitivamente propicio en que se están definiendo muchos aspectos determinantes en materia de salud.

¿De qué modo los cambios que se avecinan podrían afectar a la sociedad chilena?

Yo creo que nos van a afectar porque somos una cultura individualista y de la inmediatez y eso se ha evidenciado en diversas crisis sociales y políticas. Hoy el sistema se tambalea producto de la crisis de las isapres y es importante preguntarnos qué modelo de salud queremos. Debemos reflexionar acerca de la salud como un derecho humano y qué significa esta visión, respetando la libertad de elección pero con sentido sanitario. Priorizar en función de las necesidades y definir la relación virtuosa entre sistema público y privado, de modo que funcionen en pos del bien común. La sociedad chilena debe desarrollar la empatía y ordenar el sistema desde ahí, ofreciendo la capacidad instalada en infraestructura y capital humano, con criterios de eficiencia y de justicia mayores que los actuales.

¿De qué modo la equidad de género ha permeado en estos espacios de participación gremial de la salud y cómo está impactando en los cambios del sector? ¿Qué mensaje daría a otras médicas con la misma inquietud participativa?

Creo que el feminismo y la mirada de equidad de género ya está instalada y acrecentando su influencia, especialmente en las generaciones más jóvenes. En el Colegio Médico se han formado departamentos de género a nivel central y en regiones, que han llevado adelante la cruzada de avanzar hacia un trato más equitativo, un respeto por la libertad, una apertura hacia un concepto amplio de la identidad de género, y en lo concreto, estableciendo protocolos, previniendo y sancionando el acoso y el abuso, en ambientes de salud.  Creo que el feminismo en su mirada más radical, e interesante, nos llama a abordar las inequidades, la vulnerabilidad, los contextos de nuestros pacientes, relevando la labor del cuidado. En este sentido, un cambio en la dirección de una salud más justa, se hace también desde la mirada feminista.

No creo que se necesite dar un mensaje a las médicas, ya que veo en el día a día y también en generaciones mayores a mí, una permanente e incansable lucha por validarnos como mujeres; un trabajo enorme de cuidado de nuestras familias, nuestros pacientes y nuestros lugares de trabajo. Y, más hacia el futuro, hay un semillero de médicas jóvenes, organizadas desde comunidades femeninas, como “Doctora mamá”, o “Médicas feministas”, y también desde sociedades científicas (“Ginecólogas Chile”), que están llevando adelante agendas de acompañamiento, desarrollo femenino, inclusión feminista, entre otras tareas.