Dra. Mariana Serra, Jefa del Grupo Anestesia Clínica Indisa

Por más de 8 años, la doctora Serra ha sido la líder del equipo de Anestesia, a cargo de 25 médicos anestesistas, enfermeras y personal técnico, de la Unidad de Recuperación de Indisa. Y este año, en conjunto con los Doctores Mencía y Guzmán, con entusiasmo y altas expectativas, coordinan un programa de formación médica en Indisa para manejo avanzado de la vía aérea, con equipamiento y alta tecnología alemana concesionada, para la capacitación de profesionales del área de la salud, posicionando la Clínica como pioneros en este tema.

Con 21 años de ejercicio profesional como anestesista, la doctora Serra trabajó por mucho tiempo en el Hospital Clínico de la Universidad Católica y en el Hospital DIPRECA. Hoy está a tiempo completo en Indisa, a cargo de la jefatura de Anestesia y Recuperación. Allí, coordina a un grupo de 25 médicos anestesistas y además a las enfermeras y al personal técnico de la Unidad. Más allá de lo logístico y operativo, asegura que lo más desafiante es no descuidar la impronta de un equipo altamente profesional, sensible y por sobre todo humano.
¿Cómo toma la iniciativa de implementar el Programa de Formación en vía aérea?
Con una excelente disposición. Creo que es ganancia desde el punto que se analice. Y se suma a un proceso en que siento que ya hemos logrado consolidar al equipo profesional y procedimientos de alta exigencia, como es la Cirugía Robótica.
Este proyecto de perfeccionamiento clínico apunta a convertirnos en un centro de formación de médicos anestesistas y otras especialidades, en el manejo de la vía aérea, con tecnología única de una empresa alemana de prestigio, Storz. El programa consiste en la entrega a concesión de equipos únicos, como son los videolaringoscopios pediátricos. Tendremos rotación de médicos de diferentes puntos del país, enriqueciendo el intercambio y promoviendo la formación de capital humano experto al servicio de la salud pública y privada. Esta experiencia agrega valor y nos ubica a la vanguardia.
¿Es difícil cultivar la “humanidad” en un equipo que trabaja bajo estos niveles de exigencia en tiempo y estrés?
Es difícil porque la rutina y la velocidad de los procesos, muchas veces apremian. Los pacientes están poco tiempo en contacto con su anestesista, sin embargo, cuando lo están, son altamente vulnerables. Debemos procurar por ende, ser empáticos, y mantener una buena comunicación. Son aspectos que desaparecen cuando el paciente está inconsciente en el pabellón, pero que sí los necesita cuando se está recuperando, al igual que la familia que está atenta a lo que sucede durante horas y horas de cirugía, más aún cuando los pronósticos son complicados.
¿Cuáles diría que fueron los principales logros de su Grupo en el 2013?
Como equipo nos afiatamos mucho y eso se vio reflejado en una buena coordinación en el trabajo que realizamos con las áreas quirúrgicas, obstétricas y imagenología de INDISA. Si bien ya contamos con una buena dotación de anestesistas, esperamos que en 2014 el equipo crezca un 15%, sólo para atención en sede Santa María. Hasta ahora, observamos sintonía entre el equipo clínico y la gerencia, y eso es muy importante, ya son los médicos los ejecutores de estas innovaciones.
¿Cómo fue su incorporación a Indisa?
Hace unos 15 años fui invitada por el Doctor Oscar Azócar, que trabajaba conmigo en otro hospital, a sumarme al grupo de traumatología como anestesista externa. Desde entonces he sido parte de la evolución de Indisa. Le tengo mucho cariño, es parte de mi vida, he crecido como profesional y como ser humano junto a ella.
¿Cómo llegó a ser anestesista?
Soy de aquellos médicos que se disfrutó mucho la carrera. Siempre me gustó la biología y en mi paso por anestesia en la universidad y el aprendizaje de fisiología, confirmó mi decisión. Hasta el día de hoy lo sigo disfrutando. Es una especialidad que tiene mucho manejo de equipamiento y de tecnología, y el corto tiempo que estamos en contacto con el paciente, nos obliga a desarrollar la empatía y compartir muchas confidencias, procurando la entrega de tranquilidad e información oportuna. Ese es el sello de nuestra unidad de recuperación, empeñada en entregar confianza y profesionalismo. Espero que este perfil se mantenga, que sigamos siendo un grupo cohesionado, acogedor y agradable para trabajar, con buena comunicación y honestidad profesional, así como con altura de miras para colaborarnos mutuamente frente a casos complejos.
Hoy, la doctora Serra se considera asentada en Indisa, con nuevos proyectos por delante. En lo personal, tiene un matrimonio de 25 años, con un ingeniero que es su amigo y compañero. Junto a él han creado una hermosa familia, con 3 hijos: Luz María, de 22 años, que se encuentra terminando la carrera de Psicología; y unos gemelos, de 20, Rodrigo y Macarena, que estudian Ingeniería Civil y Derecho, respectivamente. “Estamos orgullosos como familia, hemos trabajado por mantenernos unidos y vivimos todos juntos, resguardando nuestros espacios vitales para comunicarnos y formar buenas personas, más allá del éxito. Tengo un marido que ha sido un pilar fundamental para que yo me desarrolle en lo profesional y ha sido un padre excelente…me siento afortunada”, confiesa emocionada Mariana.