Miembro del staff de Cirugía Vascular de Clínica Indisa, el doctor Ricardo Olguín cumplió una década en la Clínica y confiesa que se siente muy cómodo y valorado por sus colegas, proyectándose en una organización en la que se siente en confianza y donde asegura que los pacientes experimentan lo mismo, al encontrar sólo médicos especialistas certificados y comprometidos como equipos de trabajo y en su servicio de atención en salud. “Aquí se vive el concepto de Clínica de Familia, y es psible resolver todo tipo de desafíos cumpliendo protocolos muy profesionales y de la mano de personas altamente calificadas y muy humanas”, explica Olguín.
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Actualmente se desempeña en nuestra Clínica y en el Hospital Militar de Santiago, e integra un staff de 7 cirujanos vasculares con quienes asegura hay una gran amistad y complicidad. Como equipo, destaca, se encuentran en condiciones de resolver todo tipo de patologías vasculares durante todo el año. El Dr. Olguín asegura que su especialidad es muy dinámica y que en los últimos 10 años ha incorporado bastante tecnología, interactuando con todas las especialidades y grupos etarios, permitiendo la construcción de un equipo muy especializado y versátil. “Es muy satisfactorio ver el equipo sólido que hemos logrado constituir y eso es reconocido por las unidades clínicas, la dirección médica y los pacientes de Indisa”, añade.
COMUNICACIÓN Y DOCENCIA: ÁREAS CRÍTICAS EN LA MEDICINA
En su impronta profesional, este cirujano vascular disfruta de la docencia y explica que a lo largo de toda su carrera ha procurado dichos espacios de formación de nuevas generaciones. Ya en quinto año de Medicina, se inició como docente impartiendo clases a enfermeras de la Cruz Roja y más tarde desarrolló su rol docente en el Hospital Militar. En Clínica Indisa, y como académico de la Universidad Andrés Bello, es actualmente coordinador del módulo de cirugía vascular para los internos de la Universidad en el campo clínico Indisa. “Es una labor que me encanta realizar. Creo que la docencia y la comunicación son áreas fundamentales en el quehacer de un médico”, puntualiza. Y es que este cirujano, además se toma muy en serio la responsabilidad de difundir las novedades de su especialidad, destinando parte importante de su tiempo a una activa agenda en redes sociales, donde entrega información actualizada y material audiovisual de interés, como instancia de valor para compartir con pacientes y colegas de Santiago y regiones, además de jóvenes profesionales en formación no sólo de su especialidad, sino también de otras profesiones, como kinesiterapia. Actualmente, su fanpage en Facebook cuenta con casi 9.000 seguidores.
Vivió toda su vida en Santiago y creció en una familia muy unidad junto a sus padres y a un hermano algo menor, hoy arquitecto. Se educó en el Instituto Alonso de Ercilla, de la congregación de Hermanos Maristas. Hoy no profesa ninguna religión. Asegura que sus principios, inculcados en su hogar, son férreos, basados en la integridad, el respeto, la honestidad y la responsabilidad, sello que intenta acuñar en su trabajo y en la formación de su hijo Maximiliano, de 13 años. Cuando cursaba octavo año soñaba con ser astrónomo, pero ya en la educación media, el espacio sideral fue reemplazado por la medicina.
Estudió su pregrado en la Universidad de Chile, se especializó en Cirugía General en la Universidad de Valparaíso y en Cirugía Vascular en la Universidad Católica, complementando su formación con estadías y cursos en el extranjero, principalmente en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Su recorrido incluyó el Hospital de Chanco, como médico general de zona, Valparaíso y Santiago, pero recuerda con especial atención su internado de pediatría en el Hospital San Juan de Dios, ya que ahí conoció el caso de una niña de 11 años, que se había perpetuado en el hospital por una serie de patologías y complicaciones derivadas de una malformación vascular renal, y fue entonces en que decidió que estudiaría cirugía vascular, para resolver este tipo de desafíos. “Hasta el día de hoy, me encanta lo que hago, ya que puedo combinar lo quirúrgico con la medicina, la urgencia con lo planificado, la tecnología, y siempre se interactúa con otras especialidades, lo que me impulsa a seguir aprendiendo y generar sinergias dentro de mi equipo y con otros. Es una disciplina muy integral…y eso me fascina!”, sostiene.
LAS INSTITUCIONES LAS CONSTRUYEN LAS PERSONAS
En cuanto a AMCI, el Dr. Olguín recuerda que se incorporó en un inicio y luego se desincorporó. Y explica: “Sentía que no había objetivos alcanzables a través de la AMCI y tenía referencia de otras clínicas con agrupaciones médicas que estaban tan avanzadas; pero con los años vi crecer a nuestra Agrupación y más allá de los beneficios obtenidos para sus socios, observé que existía una significativa identidad gremial…y eso inspira, ya que es muy importante sentirse parte de un proyecto. Hoy, en su transición hacia una sociedad anónima, además de los avances en su organización interna, observamos proyecciones y es muy motivante saber que podremos, entre otras cosas, fortalecer la docencia y la formación, transmitiendo un espíritu de compromiso, que va desde algo tan doméstico como poder compartir un café en nuestras dependencias, hasta apoyar el desarrollo profesional de nuestros colegas. Tengo la convicción de las instituciones las construyen las personas y aquí existe gran valor humano”, concluye.
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En su tiempo libre, el doctor Ricardo Olguín disfruta de pasatiempos que comparte con su hijo, como el trekking y del motociclismo, y se toma muy en serio la fotografía, actividad en la que se inició como un hobby a sus 14 años, y que con el tiempo fue profesionalizando. Hoy ha asistido a diversos talleres de fotografía, ha participado en concursos y publica sus trabajos en sitios internacionales de fotografía. Para este año ha aportado con sus fotografías a una ONG con proyección internacional y se encuentra en pleno proyecto de edición de las fotografías que acompañarán el primer album de estudio de una banda de rock compuesta por colegas de diversos centros. A futuro, sueña con recorrer Europa oriental con su cámara y fotografiar distintas locaciones de lugares como Grecia y Turquía. “Siempre comento que es saludable tener dos amores… y en mi caso, la medicina y la fotografía, me permiten disfrutar de espacios de expresión y creatividad que son únicos”, finaliza.