«Creo en el impacto del trabajo colectivo»
Magdalena es cirujana bariátrica miembro de la Agrupación de Médicos de la Clínica – AMCI. Cuenta que arribó a la Clínica Indisa Maipú hace 2 años, cuando ya habían comenzados sus atenciones, pero no existía un equipo de cirugía bariátrica y metabólica. Hace un año asumió como coordinadora de cirugía en la nueva clínica.
«Partimos desde cero, con apoyo por supuesto de todo el equipo de Providencia y tratando de seguir la misma línea de trabajo; la excelencia», explica la Dra. Bravo. Hoy se siente cómoda siendo la mujer que lidera este equipo, uno joven y meticuloso, con muchas ganas de hacer las cosas bien y de colaborar. Destaca que Indisa Maipú es un buen lugar de trabajo. Cuenta con una gran acogida del equipo médico y de los pacientes.

Existe una acabada coordinación para trabajar con todas las especialidades. «Contamos para ello en reuniones médicas y quirúrgicas, con la participación del equipo de cirugía metabólica , reuniones con la dirección médica en conjunto con todas las especialidades quirúrgicas, etcétera. Todos tenemos un perfil similar, con ganas de hacer crecer la clínica, de proyectarla cada vez mejor», añade.
Para Magdalena, también es destacable la tarea de construir una cultura organizacional única. «Queremos posicionarnos con un nombre de Indisa Maipú, llegando a una comunidad con necesidades propias y para quienes ya estamos diseñando paquetes de prestaciones apropiados», asegura.
«Si bien siempre es un desafío tomar cargos que necesitan alta presencia por el tiempo que hay que dedicarle, en Maipú la gente es muy cercana. Creo en el impacto del trabajo colectivo. Pienso que es posible formar un proyecto cuando existen sinergias y una energía positiva y constructiva. En cuanto al usuario, algunas de las personas vienen derivadas de otros especialistas y otras consultan en forma espontánea en busca de soluciones».
Un equipo bariátrico bastante femenino
La Dra. Bravo señala que las mujeres predominan en el equipo de Cirugía Bariátrica, desde nutriólogas y nutricionistas, hasta kinesiólogas. Poco a poco este grupo se ha combinado con cirujanos y psicólogos, lo que enriquece sin duda el trabajo y la atención misma. El trabajo colaborativo y la diversidad siempre ayuda al clima laboral y a la complementariedad de las tareas, en su opinión.

«La cirugía bariátrica llegó para instalarse y cada vez es más accesible y más transversal en la población. Al principio accedían solamente porcentajes muy minoritarios, con recursos y una obesidad muy severa, mientras que ahora es una solución para todos. Es un gran beneficio porque finalmente; los pacientes al ser operados no solucionan solo un problema actual, solucionan varios problemas que afectan en el largo plazo, es decir, ayuda a resolver las comorbilidades asociadas para el resto de su vida, disminuyendo de paso, los costos en salud a nivel global».
Magdalena confía en la mirada y ejecución de la cirugía bariátrica interdisciplinaria.
«El acompañamiento es crítico para que los pacientes adhieran al tratamiento y los resultados se mantengan en el tiempo. Hay que entender que la obesidad es una enfermedad crónica, y aunque el paciente pierda el exceso de peso y se sane de sus enfermedades, no significa que esté de alta», señala. Para ello, la cirujana asegura que es importante que el modelo de atención mantenga en su centro al paciente y cada área con su perspicacia le ayude a realizar cambios significativos en su forma de alimentación y actividad física, exigiendo el trabajo de un equipo responsable que los controle de forma periódica y a largo plazo, que involucre a la familia y asegure un cuidado psicológico y mental. Pese a que Chile está entre los países latinoamericanos con mayor tasa de obesidad, cuenta con la medicina necesaria para revertir este indicador.