LOS PRINCIPALES DESAFÍOS ANTE EL PEAK DE LA PANDEMIA: DISPONIBILIDAD DE PERSONAL Y VENTILADORS DE TRANSPORTE

A poco tiempo de encarar las semanas más críticas, con un mayor número de ingresos de casos de contagio a Urgencia y su consecuente hospitalización, el Dr. Leonardo Ristori, Jefe de Urgencia de Indisa, analiza las prioridades para su Unidad.

Ad portas de enfrentar el mayor peak en la curva de la pandemia COVID-19, con cero muertes y contagios en nuestros servicios de Clínica Indisa, el doctor Leonardo Ristori, Jefe del Servicio de Urgencia, realiza un mesurando balance positivo de lo corrido en esta emergencia sanitaria y aborda las principales preocupaciones para el periodo más crítico.

Desde la llegada del COVID-19 a Chile, Ristori comenta que la prioridad fue mantener la atención a los pacientes de mayor riesgo, tanto por este virus como por traumatismos y otras situaciones que determinan el ingreso a Urgencia.  La estrategia de Indisa partió por modificar los horarios de turno del personal para evitar desplazamientos en horas de atochamiento y reducir así los problemas de contagio por exposición en el transporte público y trayectos en horario con toque de queda. Asimismo,  separamos el funcionamiento de la Urgencia en dos servicios paralelos, uno para pacientes con patología respiratoria y otro para pacientes no respiratorios, además del entrenamiento del personal en el uso correcto de elementos de protección individual y la implementación de protocolos de funcionamiento, como es el manejo avanzado de la vía aérea.

“Si bien la mayoría de nuestros funcionarios de la salud tiene experiencia en intubación de urgencia, un paciente COVID supone una serie de manejos adicionales y desecho de los materiales en contacto, además de responsabilidades de cada parte del personal, lo que requiere de una anticipada capacitación con apoyo de fantomas. En este procedimientos intervienen médicos de urgencia y anestesistas, enfermeras y técnicos paramédicos. Este tipo de entrenamiento simulado nos ayuda a detectar los quiebres que pueden ocurrir y aprender a partir de ellos”, explica el Dr. Ristori.

El jefe de urgencia asegura que la Clínica se preparó para enfrentar el desafío de atender un gran volumen de pacientes. Si bien la división del trabajo en dos urgencias estresó el número de personal disponible, se espera un alto número de pacientes graves con indicación de hospitalización, lo que implica muchas horas en el box de urgencia a la espera de su traslado. “Si bien tenemos camas UPC disponibles, al desocuparse éstas deben pasar por un proceso de sanitización que toma tiempo y hay pacientes que deben ser ubicados momentáneamente en otro lugar a su espera. Se trata de un aseo terminal muy estricto antes del traslado del pacientes y para ellos estamos solicitando ventiladores de transporte para dotar a nuestro Servicio”, puntualiza.

A la hora de evaluar la actitud y disposición del personal; más allá de las preocupaciones lógicas acerca de contar con los elementos de protección, la respuesta ha sido muy proactiva y responsable. “Vino esta pandemia y los llamados a enfrentarla somos nosotros”, esa es la percepción que comenta Ristori. Añade, ahora dirigido a los médicos: “El llamado a todos los socios de AMCI es a cumplir su rol en esta crisis nacional, que de seguro será un problema por largo tiempo. Pienso que se ejerce el patriotismo al poner todo de uno mismo para ayudar en una solución global. El rol del médico es la acción médica: atender a los pacientes, aconsejarlos, no dejar a nadie sin atención, no rehuir a las responsabilidad y asumir –si es preciso- el costo asociado”, finaliza.