Doctor David Medina Rossel, médico ginecólogo de Indisa.

Con ya una década como médico de Indisa, este ginecólogo obstetra fue por muchos años médico residente de urgencias antes de integrarse al staff clínico de Indisa. En los últimos años se ha dedicado al control del embarazo y especialmente al ultrasonido, área en la que Indisa desarrolló la laparoscopías y el laboratorio de infertilidad. El doctor David Medina asegura que maternidad es uno de los servicios más sólidos de la Clínica, registrando un volumen cercano a los 400 partos mensuales.
Formado como médico en el Hospital San Juan de Dios de Quinta Normal, el doctor Medina explica que realizó su “general de zona” en un pequeño poblado llamado Canela Baja, en la provincia de Choapa, lugar donde conoció a su esposa y se dedicó a la tención primaria, situación en la que con frecuencia debió controlar embarazos bajo la dependencia del Hospital de Los Vilos. Fue entonces, comenta Medina, que se fue entusiasmando con el trabajo comunitario y comprendió que la planificación familiar es una deuda latente en la educación de la mujer chilena, y especialmente de la adolescente.
Una vez de regreso en el Hospital San Juan de Dios, hizo su especialidad en ginecología y obstetricia y además en ultrasonido. Después fue residente de ginecología en el Hospital Félix Bulnes. Hoy se reconoce feliz con su elección, ya que su especialidad le permite mantener contacto directo con sus pacientes, hacer un acompañamiento evolutivo de ellas en el embarazo, y combinar teoría clínica con técnicas prácticas.
¿Siempre quiso ser ginecólogo?
No, inicialmente quería ser anestesistas. Recuerdo que en sexto y séptimo año de medicina, ya había trabajado mis conocimiento en esta disciplina y creí que era mi mejor habilidad clínica, y por esos años, tuve que pasar largas horas acompañando a las madres durante su proceso de parto, sin darme cuenta que estaba cultivando una vocación para quedarme en la ginecología y no en la anestesia. Y así fue! (se ríe).
¿Cómo ha sido su vida en Indisa?
Estoy muy contento, me gusta trabajar aquí. Estoy desde el año 2004 y me proyecto acá. Tenemos un grupo de 40 médicos gineco obstetras y hemos construido un ambiente muy grato para trabajar, sin envidias ni competitividad. Hemos desarrollado una relación entre colegas que es honesta, al igual que se da con nuestras matronas, enfermeras y administrativos.
¿Cree que la Clínica es respetada en el área de la ginecología?
Claro que sí!. Estamos validados y de hecho diría que somos la clínica con mayor número de partos en Santiago. Aquí practicamos una medicina cauta y muy responsable y eso es valorado por los pares, pero esencialmente por los pacientes.
¿Fue su sueño de siempre ser médico?
La verdad, siempre me gustó. De niño, debo haber tenido unos 10 años, y fui testigo de un episodio de asfixia de mi padre y recuerdo el temor que viví porque nadie sabía cómo ayudarlo. Creo que esa experiencia me marcó y por eso de mayor me incliné por esta profesión. Siempre me atrajo conocer el funcionamiento del organismo.
¿Algunos de sus hijos siguió sus pasos en la medicina?
Por un tiempo sí –se ríe y explica-. Tengo cuatro hijos de entre 17 y 32 años. Uno de ellos estudia hoy pedagogía en música, pero antes de eso cursó medicina por 3 años. Si bien en su momento la decisión fue crítica, ya que llevaba un buen tiempo y nos preocupaba su porvenir con la nueva decisión, con el tiempo comprendimos como familia, que lo más importante era su felicidad y plenitud en su proyecto de vida profesional. Hoy me doy cuenta que mucho de su talento y su pasión por la música, es en parte “mi responsabilidad”, ya que desde muy joven fui parte de un grupo folclórico, me gustaba cantar y tocar la guitarra, y más tarde disfrutaba del rock. Lo llevaba en su sangre (se ríe) y hoy, junto a mi esposa, lo vemos muy feliz…que es lo que importa finalmente.

La mayor de mis hijas, quien me acaba de hacer abuelo, es ingeniero civil industrial, le sigue una fonoaudióloga, quien también estudió canto y baile por muchos años. Y el más joven, de 17 años, quiere ser ingeniero físico, pero también toca piano y guitarra. Las artes son parte de nuestra vida de familia, desde siempre. Ahora mi nieto crecerá entre músicos.
¿Tiene algún pasatiempo preferido?
Estoy en una “parada” frente a la vida de disfrutar los momentos que valen. Desde mis 40 reduje mi carga laboral para estar más cerca de mis hijos y hoy también puedo disfrutar del deporte, especialmente del running. Este “bichito” se me metió hace ya algunos años y participo en maratones de 21K. Disfruto la rutina de correr solo, de plantearme desafíos y metas. Soy un convencido de que uno no debe dejar de motivarse en la vida, y esta filosofía de vida me enriquece.

“TENGO CONFIANZA EN LOS RESULTADOS DEL DIÁLOGO CONDUCIDO POR AMCI”
¿Usted participa en la negociación de los médicos contratados de la Clínica?
Sí, es así, hace ya algunos meses.
¿Por qué decidió integrarse en esa gestión y a su parecer cómo ha progresado?
La verdad es que me involucré no intencionalmente, al poco tiempo que los ginecólogos nos integramos como residentes al Servicio de Urgencia; y como yo era el más antiguo, los colegas me pidieron que canalizara la relación de trabajo con la jefatura, para transmitir inquietudes y recibir además algunas instrucciones desde ella. Este año cuando los médicos contratados de las distintas especialidades Urgencia, decidieron agruparse para compartir inquietudes y transmitirlas a las autoridades correspondientes, sin darme cuenta quedé con otros colegas representando a la agrupación de médicos contratados.
En todo caso no ha sido un sacrificio (se ríe), si bien ocupa algún grado de tiempo e involucra una gran responsabilidad, creo que es importante escuchar distintas opiniones y luego racionalizarlas y fundamentarlas en forma adecuada. La relación con las distintas autoridades ha sido buena y cordial, hay diálogo adecuado y entendimiento en varios puntos. Aún falta consolidar lo que hemos avanzado y se agradece la importante colaboración de AMCI en varios aspectos de esta negociación, que ayudó a organizarla y respaldarla. Si tenemos éxito, indudablemente será por la actividad conjunta que hemos realizado.
¿Ha tenido experiencia similares en este tipo de diálogos?¿cuáles son sus expectativas?
Si bien no había actuad como negociador, creo que los años ayudan y tal vez mis estudios, como el magister en administración y finanzas que hice hace años y haber participado en el directorio de una empresa del actual holding de MAS VIDA, porque por un lado permite también tener la visión de negocio y además conocer o saber qué información es la más gravitante al momento de conversar. Si se solicita algo en relación al mercado, es bueno saber de qué estamos hablando y cuál es el respaldo de ello.
En cuanto a mis expectativas del resultado de este diálogo con el directorio de Indisa, tengo confianza en el diálogo conducido por AMCI y creo que nos irá bien. Siento que ambas partes –Clínica y Médicos- entendemos que esto no es para generar discusiones ni enfrentamientos, sólo para mejorar la relación entre las partes. Hay que entender que nuestro núcleo profesional es vital en las prestaciones de servicios de salud, así como comprender que existe un esfuerzo empresarial abocado a mantener o aumentar de buena forma el éxito de la clínica, y que este sea compartido o se traduzca en beneficios para todos.